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La edificación existente a rehabilitar se emplaza en el denominado Barrio de Duquesa, dentro de centro histórico de Granada. La vivienda entre medianeras se ha destinado desde que se tiene conocimiento al uso de vivienda unifamiliar. Su actual estado es el resultado de diferentes intervenciones que fueron realizadas por sus antiguos propietarios a lo largo de las décadas de los sesenta, setenta y ochenta del siglo pasado.
Tipológicamente se trata de un edificio con patio en forma de U, con tres lados abiertos en planta baja, y un cuarto cerrado, donde la finca presenta colindancia con otra propiedad por su orientación noreste. A este patio se accede a través de un espacio tipo zaguán, con una puerta exterior centrada actualmente en la fachada principal, y una cancela para acceder a dicho patio.
La vivienda se organiza en planta baja, primera y segunda, con un torreón que permite el acceso a una azotea transitable. Todas las dependencias se estructuran en torno a su patio, disponiendo de una escalera principal de cuatro tramos –dos largos y dos cortos-, que permite el acceso desde planta baja a las plantas primera y segunda, y una escalera secundaria de ida y vuelta con escalones compensados para el acceso al torreón que permite registrar la cubierta transitable.
El inmueble proviene de las operaciones de reúso habidas en el centro de Granada en el primer tercio del siglo XX, que emplearon materiales recuperados de los derribos provenientes de ciertas operaciones urbanísticas, como la de la apertura de la Gran Vía. Este sistema de acarreo es observable en el patio descrito, donde aparecen dos ejemplares de columnas de orden toscano de mármol de Sierra Elvira, de distinto diámetro y soluciones diferentes en sus basas y capiteles. Se completan éstas dos columnas con dos machones de planta cuadrada y dos semipilastras decorativas, ejecutados estos elementos en fábrica de ladrillo, la cual aparece actualmente esmaltada en un tono bicolor. Columnas y machones, como elementos sustentantes en planta baja del perímetro del patio se sitúan a poca distancia unos de otros, lo que demuestra la escasa capacidad portante de las soluciones en madera de las vigas originarias de la casa.
La edificación ha tenido transformaciones sustanciales en las últimas décadas, que han llevado tanto a cambios de distribución interior, a operaciones de refuerzos y de sustituciones de elementos portantes –desaparecieron muros portantes de la crujía norte en plantas primera y segunda, el muro central paralelo a la fachada en la crujía vinculada la calle Guadalajara fue sustituido parcialmente en la planta primera (se adinteló su zona central), y totalmente en planta segunda (donde fue reemplazado por soportes y vigas metálicas), el forjado de techo de madera de planta segunda fue sustituido por viguetas autoportantes para formar el piso de la cubierta transitable.
